CNE y Scytl se culpan entre si
El Consejo Nacional Electoral (CNE) y la compañía española de servicios de automatización de elecciones, Scytl, se señalan entre sí como responsables de la lentitud del proceso electoral del pasado 23 de febrero.
Domingo Paredes, titular del CNE, anunció el pasado miércoles la terminación unilateral del contrato que ascendía a 5,9 millones de dólares, alegando que el sistema de conteo de votos tuvo un retraso de más de 24 horas, en el que la velocidad del flujo de actas de escrutinio cayó de 1.500 a 120 por minuto.
Pocas horas luego del anuncio de Paredes, Scytl respondió firmemente en siete páginas, una lista detallada de lo que salió mal. Y afirma que, incluso, resolvió las incidencias externas, “creadas por la falta de cumplimiento de requerimientos para los procesos e infraestructura por parte del CNE”.
Entre los puntos clave, responsabilidad del Consejo, están el retraso en la entrega de 40 actas por cuestiones técnicas, el uso de métodos para compilar los resultados de las tarjetas de procesamiento en ciertas juntas, falta de capacitación del personal de las juntas intermedias de escrutinios por lo que no procesaron las actas en el orden planificado y falta de información sobre las listas oficiales de candidatos para generar los ficheros a tiempo.