El arte filantrópico del Cuervo
Gustavo ‘Cuervo’ Silva Cabrera es un pintor guayaquileño con sangre Mapuche, para honrarlos Gustavo lleva su cabello largo como parte de su lucha para culturizar. Su arte representa al mundo, a la civilización y su impacto en la naturaleza.
“Siempre estoy hablando y educando esa es mi idea, educar a la gente”. Gustavo ‘Cuervo’ Silva.
Este artista firma bajo el pseudónimo Cuervo debido después de hacer un viaje espiritual en las montañas ‘Blue Ridge’ realizada con un Wuchasa Wa-Kan, también conocidos como chamanes. Posteriormente tuvo que enlistarse en el ejército estadounidense y participar en el conflicto de Vietnam como médico militar en 1969.
Después que terminó el conflicto bélico, Gustavo estudio arte en el School of Visual Arts desde 1974. En 1976 se graduó como licenciado en artes en Nueva York.
En 2001, Gustavo regresó a Guayaquil, Ecuador para culturizar por medio de su arte a la ciudad. Sin embargo, Gustavo encontró muchos obstáculos para publicar sus obras. Posteriormente se unió a un grupo llamada “La Ría Guayas” y junto con varios artistas empezaron a dar clases gratuitas a niños y jóvenes de recintos pobres de la ciudad.
El propósito del Cuervo es que estos jóvenes aprendan de las diferentes tendencias artísticas y realicen su propio arte y no una copia de algo. Posteriormente fue lo llamaron de Durán para pintar en un concurso de murales para los niños. Tras establecer buenas relaciones Marcela Sánchez, la Directora Cultural de Durán, el Cuervo le ofreció un plan para que lo patrocinen y así dar educación artística a los niños.
Pronto comenzó a enseñar su arte en los recintos de la Carmela, los Ángeles y Calentura en una sección arrocera. Mientras Cuervo les enseña a pintar y algo de inglés, la alcaldía ha provisto a estos niños con actividades deportivas.
Por más de tres años Gustavo ‘Cuervo’ Silva ha dedicado su tiempo y creatividad para el beneficio de las nuevas generaciones. El propósito del Cuervo es crear una escena original de arte en Guayaquil y en la sierra. “Más me interesa darle cultura a estos chicos y esta es la oportunidad”.
Fue la necesidad de arte, color y vida que carece en la ciudad lo que motivo a Cuervo a comenzar su labor filantrópica. “Guayaquil es mi ciudad natal y lo quiero hacer para que se desarrollen aun más las artes plásticas, pero con identidad local y que los jóvenes de las áreas marginadas tengan acceso a este arte”.
En noviembre de 2011 Gustavo empezó con un proyecto para ayudar a jóvenes mayores con un taller de grafiti en el recinto de la Carmela en Durán. De esta forma el Cuervo les enseña arte urbano y a respetar el espacio ajeno. Gracias al apoyo de la alcaldía Gustavo pronto tendrá un mural para celebrar los 100 años de Eloy Alfaro con el trabajo de estos talentosos jóvenes. (AV)